El aumento mundial de la obesidad, tanto de adultos y la infancia, ha ido acompañado de un aumento de la diabetes tipo 2, una tendencia que continúe durante al menos las próximas dos décadas. El efecto combinado creará una carga de co-morbilidades directos y que esforzar los recursos físicos y financieros de todos los países. Si bien se acepta que el tipo 1 y diabetes tipo 2 son los principales factores de riesgo para el desarrollo y la progresión de la enfermedad periodontal, hay una creciente evidencia de que la obesidad es a la vez un factor de riesgo indirecto, ya que afecta el control glucémico y un factor de riesgo directo debido a la secreción de agentes pro-inflamatorios en el tejido adiposo modifica la reacción periodontal del biofilm de la placa. La investigación reciente sugiere que la periodontitis puede afectar adversamente el control glucémico, que puede ser mejorada por tratamiento periodontal con un menor riesgo de diabetes co-morbilidad, creando de ese modo una relación de dos vías. Además, parece posible que la periodontitis puede estimular los cambios inflamatorios en el tejido adiposo, la creación de un ciclo de auto-generadora triangular de morbilidad relaciona la obesidad, la diabetes y la enfermedad periodontal. Los dentistas deben reconocer estos factores de riesgo interrelacionados y considerar la inclusión de una evaluación de control de la glucemia y la adiposidad, posiblemente por la relación cintura-cadera, cuando periodontitis se diagnostica y en colaboración con los médicos ofrecer tratamiento para ayudar a reducir el desarrollo de la enfermedad sistémica.
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